Estar 'siempre activos' aparece como un imperativo categórico de nuestro tiempo, que va desde los niños híper estimulados hasta los mayores súper ocupados, sin que resulte tan claro su sentido.
La actividad puede ser un direccionador de deseos e intereses personales; un objetivo que permite dotarnos de bienestar psicofísico, o hasta encontrarse tan vacía de contenidos, que se convierta en un “hacer por hacer”, donde el único mérito pareciera residir en sentirse ocupado.
Las propuestas de vida para los adultos mayores cambiaron radicalmente en las últimas décadas. Las imágenes y relatos que ubicaban a la vejez como un momento altamente diferenciado de otras etapas, con pocas actividades, menos contactos y con un ícono emblemático, el del anciano calmo y sentado en la mecedora, parecen antiguos y desactualizados. Las representaciones sobre la edad, como de género, dejaron de ser evidentes y mucho menos exigibles. En este cruce de representaciones novedosas encontramos una nueva propuesta: el envejecimiento activo.
De las mecedoras pasamos a otro cuadro, altamente representativo de esta época, las piscinas con mujeres mayores sonrientes haciendo acua gym. Imagen que en generaciones anteriores hubiese parecido desubicada o hasta atrevida. Por ello, la pregunta sobre la actividad debería permitirnos reflexionar acerca del sentido de la misma y la oportunidad de elegirla.
La propuesta del envejecimiento activo es, sin duda, la resultante de una serie de cambios históricos que han afectado las trayectorias individuales. La jubilación produce la pérdida de una ocupación obligatoria, de gran extensión temporal y exigencia, frente a la cual realizar actividades y determinar cuántas o cuáles, se convierte en una elección más personal, para la que no siempre estamos preparados. Cuestión que podría desnudar la carencia de proyectos confundida con la falta de actividades.
Un lugar digno donde cuidamos cada dìa el precioso don de Dios: la vida!
Acompañando la fiesta de San Vicente de Paul
El domingo la Parroquia San Vicente de Paúl celebro las fiestas patronales, acompañados de Mons. Sucunza. Se realizo la procesión por las calles del barrio teniendo como horizonte las obras de misericordia.
Hicieron una parada en la puerta de nuestro Hogar, donde estaban las abuelas y hermanas esperando para acompañar y recibir la bendición.
Campaña Dolto
Las abuelas del hogar participaron de la campaña Dolto de este año: Juntar sonrisas para los niños y personas con capacidades diferentes.
En junio el Papa pide rezar por los ancianos y personas en soledad
La intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre para el mes de junio de 2016 es: “Para que los ancianos, marginados y las personas solitarias encuentren, incluso en las grandes ciudades, oportunidades de encuentro y solidaridad.”
Celebración de Corpus Christi en el Hogar
Quiero compartir con ustedes la Eucaristía vivida en el Hogar con las Hermanas y Abuelas. En esta Fiesta del CORPUS CHRISTI.
Tuvimos la grata visita de Mons Rubén Frassia, que celebro con mucha sencillez y a la vez solemnidad esta Fiesta tan importante para nosotras. A continuación, algunos párrafos de su homilía: “Es para nosotros una alegría muy grande reunirnos hoy para celebrar y poner la atención en el centro de toda nuestra vida cristiana que, por cierto, es Cristo.
Cristo es el enviado de Dios Padre, que ha venido a cumplir con una misión fue redimirnos, rescatarnos, salvarnos, devolvernos la vida, la esperanza y darnos de nuevo la posibilidad de vivir en el amor.
Antes de vivir en carne propia el sacrificio de la cruz, Cristo lo anticipó quedándose en la Eucaristía. El único sacrificio eterno y perpetuo, el que dio y da sentido a todo. Él quiso quedarse en nosotros, quiso caminar con nosotros, quiso que fuéramos -con Él- peregrinos para llevarnos al Padre; nos enseñó a ser hijos de Dios y nos explicó que, para poder ser buenos hijos de Dios, tenemos que vivir entre nosotros como buenos hermanos. Cristo nos explicó, nos enseñó y se nos dio.
Esta experiencia, el sacrificio de Cristo en la cruz, no termina en la cruz y no concluye con la muerte, sino que pasa inmediatamente a la gloria, a la victoria, a la resurrección. Y cuantas veces nos acercamos o celebramos la Eucaristía, estamos celebrando ya la participación de lo perpetuo: Dios está vivo, Cristo está resucitado. No tocamos un objeto o una apariencia, no hacemos una imitación. Somos tocados por el Dios que está vivo….
La Eucaristía es el PAN que sostiene y alimenta la vida de los discípulos. La Eucaristía es FUENTE que nos da el entusiasmo para cumplir con la misión…
Como Pueblo de Dios, como Iglesia, tenemos cosas que vivir, cosas que decir y cosas que anunciar. Tenemos que gastar energías -la vida entera, hasta el final- en cosas que valgan la pena, que sean esenciales, que sean importantes y no en caricaturas, no en fingimientos, no en cosas que sean mediocres o superficiales. No nos permitamos eso. Estamos para más…”
Al terminar la celebración nos invitó a hacer unos minutos de adoración, luego paso dando la bendición por cada uno de los bancos. Todos quedamos muy agradecidos, nos ayudó a vivir esta fiesta y a profundizar en su significado.
Que Jesús Eucaristía, presente en cada una de nuestras comunidades siga siendo el Centro de nuestras Vidas.
Paz y Bien. Hna Angela
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