Hoy partió con Dios nuestra querida Elsita Patti, alias Porota. Vivía a una cuadra de la parroquia. Y con sus canas plateadas, venia fielmente, siempre elegante, a la misa diaria cada tarde. Escribía poemas, amaba su canario, le gustaban las visitas de Isabel la sacristana y presumía de las fotos que sacaba a los sacerdotes que visitaban su casa. Este ultimo tiempo su hogar fue el Guereño, un pedazo de cielo en la tierra.
Recemos por su hija que creo que se llama Teresita y vive en España y justo estos días que vino a visitarla le tocó despedirla. Muchas veces Teresita podía ver y seguir a su mamá a través de las fotos de nuestro Facebook. Un día me dijo Elsita: sácame (una foto) linda para que me vea mi hija en España! Presumía mi vieja querida! Todavía tengo una foto que le saqué con Máximo, cuando era chiquitito y recién llegó a la parroquia.
Meditando su partida pensaba que en el camino de la fe Dios nos regaló una gran familia que es nuestra Comunidad y por si no tenemos a los nuestros cerca, en ella nos regala hermanos, madres, padre, abuelos de la vida. Yo personalmente agradezco las oraciones que Elsita hacía por mi y todo el cariño que recibí de una entrañable abuela del corazón.
Un día me prestó unos poemas que escribió para nuestro querido San Vicente y siempre me los reclamaba: yo siempre supe que no se los iba a devolver nunca. Los atesoré para nuestra memoria, para que queden como un recuerdo perpetuo suyo entre nosotros.
Como alguien que recién está empezando, admiro la fe de nuestros mayores vivida con fidelidad hasta el fin. Y a ustedes queridos hermanos les comparto una Palabra para que nos animemos a vivir la fe como nuestros mayores, también HASTA EL FIN!
P. Jorge Maydana